(25/10/2012) Inspectores de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires comenzarán este jueves una segunda etapa de fiscalizaciones en locales de venta de carne ubicados en diferentes distritos bonaerenses. Los controles, que apuntan a combatir la evasión y el incumplimiento fiscal, marcan la continuidad de las acciones sobre este sector, luego de que en operativos recientes se detectase que algunas carnicerías declaraban menos de la mitad de lo que verdaderamente vendían en los mostradores.
A partir de estas nuevas fiscalizaciones, los agentes de Arba buscarán detectar y combatir distintas irregularidades, como la falta de presentación de declaraciones juradas, la omisión de certificados de domicilios y la falta de emisión de ticket o factura, entre otras infracciones.
Además, los inspectores tratarán de individualizar establecimientos que, aunque se encuentran abiertos al público y comercializan habitualmente carne, no están inscriptos ante la Provincia como contribuyentes de Ingresos Brutos y, por ende, evaden el pago de ese impuesto.
El titular de la Agencia de Recaudación, Martín Di Bella, explicó que “con este operativo ampliamos las acciones que venimos realizando en carnicerías, donde detectamos un alto nivel de informalidad”. El economista sostuvo que “los controles de Arba abarcan a todos los sectores de la economía y buscan que empresas y comercios cumplan su actividad en el marco de la Ley”.
En la primera etapa de fiscalizaciones realizadas en locales que comercializan carne, los inspectores de la Agencia encontraron que sólo el 8% de los negocios aceptaba que los clientes pagasen sus compras con tarjetas de crédito y débito.
Además, los agentes detectaron tres carnicerías que no declaraban ningún tipo de ingreso, pese a que era evidente que vendían carne todos los días, y descubrieron otros cuatro negocios que minimizaban hasta el ridículo sus niveles de venta, a punto tal que reconocían como ingresos del mes lo que en realidad comercializaban en dos días de trabajo.
En este tipo de operativos, los propietarios de los negocios en infracción son intimados a regularizar su situación fiscal a partir de una rectificación de sus declaraciones juradas de Ingresos Brutos, que deben contener el verdadero nivel de ventas. Es decir que luego de los controles, y a partir de los datos que releven los inspectores, los comerciantes pueden recibir una readecuación del cálculo impositivo o bien tener una modificación en su categoría de contribuyentes. En algunos casos, Arba también promueve fiscalizaciones individualizadas, de alcance exhaustivo, que posibilitan un control pormenorizado del comercio o empresa en situación irregular.
A partir de estas nuevas fiscalizaciones, los agentes de Arba buscarán detectar y combatir distintas irregularidades, como la falta de presentación de declaraciones juradas, la omisión de certificados de domicilios y la falta de emisión de ticket o factura, entre otras infracciones.
Además, los inspectores tratarán de individualizar establecimientos que, aunque se encuentran abiertos al público y comercializan habitualmente carne, no están inscriptos ante la Provincia como contribuyentes de Ingresos Brutos y, por ende, evaden el pago de ese impuesto.
El titular de la Agencia de Recaudación, Martín Di Bella, explicó que “con este operativo ampliamos las acciones que venimos realizando en carnicerías, donde detectamos un alto nivel de informalidad”. El economista sostuvo que “los controles de Arba abarcan a todos los sectores de la economía y buscan que empresas y comercios cumplan su actividad en el marco de la Ley”.
En la primera etapa de fiscalizaciones realizadas en locales que comercializan carne, los inspectores de la Agencia encontraron que sólo el 8% de los negocios aceptaba que los clientes pagasen sus compras con tarjetas de crédito y débito.
Además, los agentes detectaron tres carnicerías que no declaraban ningún tipo de ingreso, pese a que era evidente que vendían carne todos los días, y descubrieron otros cuatro negocios que minimizaban hasta el ridículo sus niveles de venta, a punto tal que reconocían como ingresos del mes lo que en realidad comercializaban en dos días de trabajo.
En este tipo de operativos, los propietarios de los negocios en infracción son intimados a regularizar su situación fiscal a partir de una rectificación de sus declaraciones juradas de Ingresos Brutos, que deben contener el verdadero nivel de ventas. Es decir que luego de los controles, y a partir de los datos que releven los inspectores, los comerciantes pueden recibir una readecuación del cálculo impositivo o bien tener una modificación en su categoría de contribuyentes. En algunos casos, Arba también promueve fiscalizaciones individualizadas, de alcance exhaustivo, que posibilitan un control pormenorizado del comercio o empresa en situación irregular.