En lo que va del año, ARBA recuperó $250 millones a través de la fiscalización electrónica en Ingresos Brutos
(31/08/2016) Con el sistema de fiscalización electrónica, que permite controlar de forma remota y sin recurrir a operativos presenciales a los contribuyentes de Ingresos Brutos que registran inconsistencias tributarias, la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires logró recuperar entre enero y agosto de este año un total de $250 millones.
Gastón Fossati, director de ARBA, aseguró que “ese recupero tributario incluye a cerca de 15 mil empresas que, una vez que fueron intimadas y vieron la información que tenía el fisco sobre sus operaciones, reconocieron los desvíos y regularizaron los montos reclamados en concepto de Ingresos Brutos”.
A la vez, destacó que “aplicar tecnología a los procedimientos de fiscalización y cobranza contribuye a mejorar los recursos propios de la Provincia que conduce María Eugenia Vidal”, y remarcó que “esos impuestos recuperados se transforman en obras y mejores servicios de educación, salud y seguridad que benefician a todos los vecinos”.
Esta modalidad de control que utiliza ARBA, basada en un pormenorizado cruce de datos, supera en alcance y eficacia a los operativos tradicionales, puesto que abarca digitalmente a quienes mantienen comportamientos irregulares en su operatoria de Ingresos Brutos sin necesidad de fiscalizarlos en forma presencial ni efectuarles determinaciones de oficio.
Fossati subrayó que “se trata de una herramienta de control que potencia el combate contra la evasión”, y precisó que “nos posibilita realizar una fiscalización electrónica masiva, que se enfoca directamente en contribuyentes que exhiben desvíos en su conducta tributaria”.
Además, puntualizó que “el sistema funciona sobre una plataforma web y tanto las intimaciones como los descargos se efectúan mediante un intercambio online permanente entre el fisco y los contribuyentes, lo que garantiza la eficiencia, agilidad y transparencia de todo el procedimiento”.
Cuando ARBA cruza información y detecta inconsistencias, por ejemplo entre las declaraciones juradas de IVA e Ingresos Brutos de un contribuyente directo, o errores, como la aplicación de alícuotas incorrectas de agentes de recaudación, el sistema remoto exhibe automáticamente esas incongruencias y se las informa en forma constante al infractor, haciéndole un seguimiento permanente.
De esta manera, indicó Fossati, “se busca recuperar impuestos impagos pero también modificar el comportamiento fiscal de los contribuyentes que, al advertir la evidencia que posee ARBA sobre las inconsistencias, tienen la oportunidad de regularizar espontáneamente su situación y evitar reincidir en el incumplimiento”.
En caso de que los contribuyentes intimados por el sistema de fiscalización remota no corrijan los desvíos en su operatoria de Ingresos Brutos, ni presenten los descargos pertinentes para explicar la situación, la deuda acumulada podrá ser exigida por ARBA a través de acciones judiciales de cobro.
Gastón Fossati, director de ARBA, aseguró que “ese recupero tributario incluye a cerca de 15 mil empresas que, una vez que fueron intimadas y vieron la información que tenía el fisco sobre sus operaciones, reconocieron los desvíos y regularizaron los montos reclamados en concepto de Ingresos Brutos”.
A la vez, destacó que “aplicar tecnología a los procedimientos de fiscalización y cobranza contribuye a mejorar los recursos propios de la Provincia que conduce María Eugenia Vidal”, y remarcó que “esos impuestos recuperados se transforman en obras y mejores servicios de educación, salud y seguridad que benefician a todos los vecinos”.
Esta modalidad de control que utiliza ARBA, basada en un pormenorizado cruce de datos, supera en alcance y eficacia a los operativos tradicionales, puesto que abarca digitalmente a quienes mantienen comportamientos irregulares en su operatoria de Ingresos Brutos sin necesidad de fiscalizarlos en forma presencial ni efectuarles determinaciones de oficio.
Fossati subrayó que “se trata de una herramienta de control que potencia el combate contra la evasión”, y precisó que “nos posibilita realizar una fiscalización electrónica masiva, que se enfoca directamente en contribuyentes que exhiben desvíos en su conducta tributaria”.
Además, puntualizó que “el sistema funciona sobre una plataforma web y tanto las intimaciones como los descargos se efectúan mediante un intercambio online permanente entre el fisco y los contribuyentes, lo que garantiza la eficiencia, agilidad y transparencia de todo el procedimiento”.
Cuando ARBA cruza información y detecta inconsistencias, por ejemplo entre las declaraciones juradas de IVA e Ingresos Brutos de un contribuyente directo, o errores, como la aplicación de alícuotas incorrectas de agentes de recaudación, el sistema remoto exhibe automáticamente esas incongruencias y se las informa en forma constante al infractor, haciéndole un seguimiento permanente.
De esta manera, indicó Fossati, “se busca recuperar impuestos impagos pero también modificar el comportamiento fiscal de los contribuyentes que, al advertir la evidencia que posee ARBA sobre las inconsistencias, tienen la oportunidad de regularizar espontáneamente su situación y evitar reincidir en el incumplimiento”.
En caso de que los contribuyentes intimados por el sistema de fiscalización remota no corrijan los desvíos en su operatoria de Ingresos Brutos, ni presenten los descargos pertinentes para explicar la situación, la deuda acumulada podrá ser exigida por ARBA a través de acciones judiciales de cobro.